jueves, 5 de junio de 2014

LA DESPATRIARCALIZACIÓN


La patriarcalización es una forma dominación intergenérica e intragenérica que ha otorgado privilegios a unos en desmedro de las libertades e igualdad de derechos de los otros.

Desarrollo

“En el siglo XIX, abogados e historiadores estudiosos de la evolución histórica de las instituciones, denominaron patriarcado al poder cimentado en la dominación genealógica (tribal, clánica, familiar y personal) de los hombres sobre sus mujeres, sus descendientes, sus esclavos y sus animales, es decir, su familia. Los teóricos del patriarcado tomaron el concepto de sociedades pastoras de los tiempos bíblicos y lo aplicaron a sociedades de diversas épocas” (Millett, K. 1975. Pág. 45).

El concepto de patriarcalización sin importar el punto de vista autor o corriente, siempre está basado en la dominación de los HOMBRE LIBRES sobre las mujeres y los hombres esclavos, entonces no es tanto un concepto machista de dominación exclusiva de los hombres a las mujeres, sino también a los hijos y a sus pares que no tiene la misma condición social, racial y el mismo grado de instrucción.

Entonces podría decirse que el concepto de patriarcalización que han manejado nuestras sociedades no es más que una excusa que han utilizados los hombres acomodados e ilustrados para estar por encima de todos los demás ciudadanos y tratarlos y considerarlos como ciudadanos de segunda, restringiendo sus derechos y auto brindándose poderes de decisión para su propio beneficio, coartando las libertades de los demás para seguir siendo privilegiados.

“Si consideramos el poder patriarcal como una institución en virtud de la cual una mitad de la población, es decir, las mujeres, se encuentra bajo el control de la otra mitad, los hombres, descubrimos que el patriarcado se apoya sobre dos tipos de relaciones: el macho ha de dominar a la hembra y el macho de más edad ha de dominar al más joven. No obstante como ocurre con cualquier institución humana, existe a menudo una gran distancia entre la teoría y los hechos” (Millett, K. 1975. Pág. 46).

Es una realidad que se presenta principalmente en las áreas rurales de nuestro país donde los hombres más viejos son considerados los más sabios y toman las decisiones de las comunidades, de acuerdo a su experiencia y visión sin importar las opiniones de los más jóvenes por lo que es un claro reflejo de lo citado por Kate Millett, en las áreas urbanas en la actualidad las situaciones han cambiado totalmente debido a que los hombres de edad avanzada no son considerados aptos para ciertos tipos de trabajo, solo se valora los conocimientos en ciertas áreas por lo que es una situación inversa, que los aísla complemente de las sociedades productivas y se los relega por su condición de adultos mayores.

Es por eso que en materia de desarrollo no se puede hablar de generalidades sino más bien de situaciones particulares mucho más si las culturas y las  poblaciones son tan diversas como en nuestro país.

“Los desarrollos en la teoría de género muestran que prestar atención al “género” lleva a poner renovado énfasis en la estructura situada, es decir, local del conocimiento. Que uno no puede hablar de la humanidad en su conjunto, que la posición intelectual o académica no pueda pretender representar valores universales, sino mas bien valores extremadamente específicos, de clase, de raza, de edad, específicos de cada sexo, lo que no debe confundirse con una declaración relativista” (Bradotti, R. 2000. Pág. 208).

Es por eso que los alcances en materia de género se han ido desarrollando en distintos tiempos y épocas en los países, porque existen diferencia y los temas deben tratarse de forma separada y puntual de acuerdo a las culturas y religiones de cada uno de los que conforman estas comunidades.

El primer país latinoamericano en otorgar el sufragio a las mujeres fue Uruguay en 1927, las Naciones Unidas reconoció el sufragio universal en 1948 y en Bolivia la participación de la mujer comienza con el voto universal en 1952, antes de eso no era considerada como un igual dentro de la sociedad Boliviana, al igual que los hombres analfabetos que no tenían decisión política, eran considerados ciudadanos de segunda.

Desde entonces el avance en materia de participación e igualdad de género y oportunidades ha avanzado lentamente no es hasta finales del siglo XX que las cosas han dado un giro significativo y se ha alcanzado mayor participación en todos los ámbitos dentro de las sociedades bolivianas, pero esto ha ocurrido principalmente en las áreas urbanas.

Las mujeres en las áreas rurales de nuestro país permanecen aún postergadas y carecen de las mismas oportunidades, aunque ha comenzado a organizarse en sociedades productivas, organizaciones sociales, esto ha ocurrido principalmente en el altiplano, su presencia es significativa en toma de decisiones y aspectos políticos coyunturales de nuestro país.

Debemos recordar que Remedios Loza fue la primera mujer de pollera en conducir un programa radial en los 80’s, en 1989 participó en las elecciones presidenciales para representante en la cámara de diputados y a partir de esa gran hazaña participó como diputada en dos gestiones de gobierno, en las cuales se hizo cargo de los asuntos de género y asuntos indígenas, fue en varias oportunidades representante de nuestro país en encuentros internacionales.

Abrió un nuevo horizonte a las mujeres indígenas de nuestro país que en el gobierno actual, se encuentran inmersas en todas las esferas gubernamentales como ministras, jueces, partícipes también del proceso de cambio y la reformulación de nuestro país a Estado plurinacional de Bolivia desde la asamblea constituyente las cartas orgánicas municipales, etc.

Si bien el patriarcalismo tiene sus días contados en las grandes capitales del mundo y en las áreas urbanas en general donde la presencia de las mujeres se hace cada vez más contundente, y los liderazgos políticos de las mujeres del mundo han alcanzado altas esferas políticas y empresariales, debemos estar consientes de que aún no se alcanza romper con ciertos esquemas patriarcales y machistas en cuanto a profesiones exclusivas de varones y cargos desempeñados únicamente por ellos.

Conclusión

El desarrollo de los países será entonces directamente proporcional a las libertades de sus habitantes y a la capacidad de adoptar la igualdad de género en todos los aspectos sociales y políticos, refiriéndome a la igualdad para todos y todas las personas indistintamente del género y su sexualidad, la edad, su creencia religiosa y su doctrina política.

Las mujeres tenemos el deber de empoderarnos de este proceso y de llevarlo a todos los rincones del territorio para generar oportunidades para las nuevas generaciones y eliminar los estigmas de género, trabajos forzados, la esclavitud en las niñas trabajadoras.

Bibliografía

Ibernagaray, J. (2012). Mujeres en diálogo: Avanzando hacia la despatriarcalización en Bolivia. Carmen Sánchez Comp. La Paz, Bolivia: Coordinadora de la Mujer. Editorial Presencia.

Millett, K. (1975) Política Sexual. México: Editorial Aguilar.

Bradotti, R. (2000). Sujetos Nómadas. México: Editorial Paidós.

Biografía Remedios Loza – Primera Mujer Indígena Diputada de Bolivia.

viernes, 30 de mayo de 2014

La igualdad de género y la situación laboral de la mujer boliviana

La igualdad de derechos y obligaciones está plasmada en casi todas las constituciones de los países y estados del mundo, sin embargo, la mujer sigue siendo objeto de discriminación al no tener los mismos derechos y beneficios que los hombres.

“La igualdad de género no implica que vayan a desaparecer las diferencias entre hombres y mujeres, sino que hace referencia a un tratamiento equitativo para ambos grupos en las leyes y las políticas, e igual acceso a los recursos y los servicios para las familias, las comunidades y la sociedad en general” (GEF. 2009. Pág. 3)

Este enfoque del FMAM rescata el conocimiento de las mujeres como administradoras primarias de la tierra y los recursos, por lo que la incorporación de los temas de género en proyectos de desarrollo debe ser un factor fundamental para encaminar un proyecto que tenga beneficiarios tanto a mujeres como hombres de forma igualitaria, para no provocar efectos negativos en el bienestar de los hogares de las familias beneficiarias, siempre se debe mantener un equilibrio en el enfoque de género para que tanto los hombre como mujeres de las comunidades no se sientan afectados negativamente por su género.

Uno los objetivos de desarrollo del milenio es crear vínculos de igualdad de género esto significa que debemos promover la igualdad entre ambos sexos ya que las comunidades viven y se desarrollan en un medio ambiente de armonía y correspondencia.

“Debido a las relaciones de género actualmente vigentes en la sociedad boliviana, las cuales asignan a las mujeres la responsabilidad del cuidado en el seno de las familias y de las comunidades, las modalidades de inserción laboral de las mujeres dependen de las alternativas de conciliación de las actividades de cuidado, las cuales se estructuran a partir de la distribución del trabajo de cuidado al interior de las familias y de la existencia y accesibilidad de servicios públicos (estatales y no estatales) y privados de atención a niños y ancianos” (Wanderley. 2003. Pág. 148).

La realidad boliviana está marcada siempre por dos aspectos que no se pueden separar, las mujeres que viven en las ciudades y las mujeres que viven en el campo. Si bien no tendría que existir diferencias en cuanto a salud, educación la situación de la mujer indígena que vive en el área rural es mucho más precaria y restringida en estos aspectos, incluso en la mayoría de los casos no se le permite asistir a la escuela y recibir instrucción básica, por lo que sus padres son los primeros en marginarlas y segregarlas.

Si bien las oportunidades son mayores para las mujeres que viven en áreas urbanas, existe también poco acceso a la salud y educación, la pobreza es un factor de predomina en nuestro país por lo que la necesidad de las mujeres que migran de las áreas rurales y de las que han nacido en las áreas urbanas, se ven directamente relacionadas con el trabajo doméstico para familias que pueden pagar estos servicios. Sin embargo esto no significa que su trabajo sea remunerado acorde a sus necesidades y tampoco significa que mejoren su calidad de vida, en muchos casos son simples sobrevivientes a un medio hostil que está acostumbrado a utilizar su viveza criolla como escudo para su propio beneficio.

La explotación laboral y las posibilidades de que además de trabajar estudien y se superen profesionalmente son realmente bajas, entonces se mantienen en estos niveles salariales, no son dignas de enfermarse porque carecen de seguro médico, no tienen beneficios sociales. Sus vidas se reducen a cuidar a sus hijos y atender a los hijos de otros sin reconocimiento y agradecimiento alguno.

El futuro de estas mujeres y de su descendencia está en nuestras manos manejar los proyectos de desarrollo y las políticas de nuestro país con enfoque de género debe ser la tarea más importante de nuestras vidas, la igualdad de género es un problema del pasado que ha dejado secuelas y se debe luchar por eliminar estas injusticias y borrar de la mentalidad de las personas que las mujeres cumplen un rol solo de amas de casa y de procreadoras en nuestra sociedad.



Bibliografía

GEF. (2009). Incorporación de las cuestiones de género en el FMAM. Washington, EEUU: Fondo para el Medio Ambiente Mundial.
Wanderley, F. (2008). Género y desafíos post-neoliberales. Género, etnicidad y trabajo en Bolivia. Revista Umbrales No. 18. La Paz, Bolivia: Plural editores CIDES – UMSA.

miércoles, 28 de mayo de 2014

El Principio de Igualdad en el Ciclo del Proyecto

El principio de igualdad en el ciclo de proyectos debe incluirse durante todas las etapas de un proyecto, la incorporación de perspectiva de género en proyectos de desarrollo, permiten encaminar el proyecto a partir de un previo análisis o diagnostico de situación de la realidad social del pueblo, comunidad o grupo al que el proyecto tenga como beneficiarios, siempre respetando las políticas y planes gubernamentales de inclusión y de igualdad.

Desarrollo

A partir del diagnóstico de la situación actual se podrá visibilizar las brechas de género y sus causas, dicho diagnostico debe partir de hacer un levantamiento de las estadísticas disgregadas por género, un análisis cualitativo pertinente de las causas de la desigualdad y principalmente debe estar basado en un diagnostico participativo entre el grupo de personas, para de esta forma percibir y entender las desigualdades en el medio a ser intervenido.

En  la etapa de Diseño y Planificación se fija el alcance y objetivos, el perfil de los y las beneficiarias y participantes, la extensión en el tiempo y los mecanismos ideados para su implementación (KIDEITU, 2007, Página 30). En cuanto a los aspectos que deben ser considerados destacan la asignación de recursos, asesores expertos en temas de género, la igualdad de género en toma de decisiones, la concertación y cooperación al proyecto por parte de las instituciones y organizaciones que tengan presencia en el área de influencia del proyecto, todo lo antes mencionado debe estar enmarcado en “la igualdad como prioridad”.

Si bien el enfoque de género ha sido considerado en las fases de diagnostico y planificación en la Etapa de Ejecución de un Proyecto, es primordial realizar un constante monitoreo de los asuntos de género, para esto, debe tenerse un equipo especializado en temas de género, mantener el contacto con los beneficiarios del proyecto continuamente para coadyuvar con el empoderamiento de las mujeres, usar canales de difusión masivos, lenguaje simple e inclusión en la sensibilización y divulgación de los alcances y objetivos del proyecto en las autoridades de las instituciones (KIDEITU, 2007, Página 32).

La etapa de evaluación permitirá descubrir las dificultades y los beneficios del proyecto, permitirá realizar ajustes al plan inicial, mejorar la eficiencia y la eficacia del trabajo planificado, principalmente identificar las lecciones aprendidas y las buenas prácticas, informar a los beneficiarios y personas interesadas sobre la situación del proyecto.

Una vez que el proyecto ha concluido y si se ha monitoreado correctamente entonces se podrá identificar el desarrollo del mismo mediante el diagnostico inicial, el proceso de evolución y cumplimiento de objetivos, los resultados alcanzados una vez terminado el proyecto y finalmente la evaluación de los impactos que deben ser verificables y sostenibles. Utilizando siempre indicadores para la respectiva medición y comparación de la situación sin proyecto (línea base y grupo de control) con la situación con proyecto (situación actual) y así determinar si los impactos del mismo, han sido positivos para los beneficiarios.

Conclusión

La inclusión de los aspectos de género en un proyecto de desarrollo debe cumplir siempre con la premisa de que el principio de igualdad de género debe estar presente en todas y cada una de las etapas de un proyecto.

Es muy importante para que se alancen los impactos esperados del proyecto y se cumplan los objetivos del mismo, que se asignen tanto recursos humanos especializados en género, como recursos económicos para desarrollar las actividades durante estos procesos y etapas del proyecto.




Kideitu. (2007). Guía para la incorporación del enfoque de género en los proyectos de empleo y formación. Aprendiendo de la experiencia EQUAL. Gobierno Vasco, España: EMAKUNDE/Instituto Vasco de la Mujer como entidad coordinadora de la Agrupación deDesarrollo “Red Kideitu”.