viernes, 30 de mayo de 2014

La igualdad de género y la situación laboral de la mujer boliviana

La igualdad de derechos y obligaciones está plasmada en casi todas las constituciones de los países y estados del mundo, sin embargo, la mujer sigue siendo objeto de discriminación al no tener los mismos derechos y beneficios que los hombres.

“La igualdad de género no implica que vayan a desaparecer las diferencias entre hombres y mujeres, sino que hace referencia a un tratamiento equitativo para ambos grupos en las leyes y las políticas, e igual acceso a los recursos y los servicios para las familias, las comunidades y la sociedad en general” (GEF. 2009. Pág. 3)

Este enfoque del FMAM rescata el conocimiento de las mujeres como administradoras primarias de la tierra y los recursos, por lo que la incorporación de los temas de género en proyectos de desarrollo debe ser un factor fundamental para encaminar un proyecto que tenga beneficiarios tanto a mujeres como hombres de forma igualitaria, para no provocar efectos negativos en el bienestar de los hogares de las familias beneficiarias, siempre se debe mantener un equilibrio en el enfoque de género para que tanto los hombre como mujeres de las comunidades no se sientan afectados negativamente por su género.

Uno los objetivos de desarrollo del milenio es crear vínculos de igualdad de género esto significa que debemos promover la igualdad entre ambos sexos ya que las comunidades viven y se desarrollan en un medio ambiente de armonía y correspondencia.

“Debido a las relaciones de género actualmente vigentes en la sociedad boliviana, las cuales asignan a las mujeres la responsabilidad del cuidado en el seno de las familias y de las comunidades, las modalidades de inserción laboral de las mujeres dependen de las alternativas de conciliación de las actividades de cuidado, las cuales se estructuran a partir de la distribución del trabajo de cuidado al interior de las familias y de la existencia y accesibilidad de servicios públicos (estatales y no estatales) y privados de atención a niños y ancianos” (Wanderley. 2003. Pág. 148).

La realidad boliviana está marcada siempre por dos aspectos que no se pueden separar, las mujeres que viven en las ciudades y las mujeres que viven en el campo. Si bien no tendría que existir diferencias en cuanto a salud, educación la situación de la mujer indígena que vive en el área rural es mucho más precaria y restringida en estos aspectos, incluso en la mayoría de los casos no se le permite asistir a la escuela y recibir instrucción básica, por lo que sus padres son los primeros en marginarlas y segregarlas.

Si bien las oportunidades son mayores para las mujeres que viven en áreas urbanas, existe también poco acceso a la salud y educación, la pobreza es un factor de predomina en nuestro país por lo que la necesidad de las mujeres que migran de las áreas rurales y de las que han nacido en las áreas urbanas, se ven directamente relacionadas con el trabajo doméstico para familias que pueden pagar estos servicios. Sin embargo esto no significa que su trabajo sea remunerado acorde a sus necesidades y tampoco significa que mejoren su calidad de vida, en muchos casos son simples sobrevivientes a un medio hostil que está acostumbrado a utilizar su viveza criolla como escudo para su propio beneficio.

La explotación laboral y las posibilidades de que además de trabajar estudien y se superen profesionalmente son realmente bajas, entonces se mantienen en estos niveles salariales, no son dignas de enfermarse porque carecen de seguro médico, no tienen beneficios sociales. Sus vidas se reducen a cuidar a sus hijos y atender a los hijos de otros sin reconocimiento y agradecimiento alguno.

El futuro de estas mujeres y de su descendencia está en nuestras manos manejar los proyectos de desarrollo y las políticas de nuestro país con enfoque de género debe ser la tarea más importante de nuestras vidas, la igualdad de género es un problema del pasado que ha dejado secuelas y se debe luchar por eliminar estas injusticias y borrar de la mentalidad de las personas que las mujeres cumplen un rol solo de amas de casa y de procreadoras en nuestra sociedad.



Bibliografía

GEF. (2009). Incorporación de las cuestiones de género en el FMAM. Washington, EEUU: Fondo para el Medio Ambiente Mundial.
Wanderley, F. (2008). Género y desafíos post-neoliberales. Género, etnicidad y trabajo en Bolivia. Revista Umbrales No. 18. La Paz, Bolivia: Plural editores CIDES – UMSA.

miércoles, 28 de mayo de 2014

El Principio de Igualdad en el Ciclo del Proyecto

El principio de igualdad en el ciclo de proyectos debe incluirse durante todas las etapas de un proyecto, la incorporación de perspectiva de género en proyectos de desarrollo, permiten encaminar el proyecto a partir de un previo análisis o diagnostico de situación de la realidad social del pueblo, comunidad o grupo al que el proyecto tenga como beneficiarios, siempre respetando las políticas y planes gubernamentales de inclusión y de igualdad.

Desarrollo

A partir del diagnóstico de la situación actual se podrá visibilizar las brechas de género y sus causas, dicho diagnostico debe partir de hacer un levantamiento de las estadísticas disgregadas por género, un análisis cualitativo pertinente de las causas de la desigualdad y principalmente debe estar basado en un diagnostico participativo entre el grupo de personas, para de esta forma percibir y entender las desigualdades en el medio a ser intervenido.

En  la etapa de Diseño y Planificación se fija el alcance y objetivos, el perfil de los y las beneficiarias y participantes, la extensión en el tiempo y los mecanismos ideados para su implementación (KIDEITU, 2007, Página 30). En cuanto a los aspectos que deben ser considerados destacan la asignación de recursos, asesores expertos en temas de género, la igualdad de género en toma de decisiones, la concertación y cooperación al proyecto por parte de las instituciones y organizaciones que tengan presencia en el área de influencia del proyecto, todo lo antes mencionado debe estar enmarcado en “la igualdad como prioridad”.

Si bien el enfoque de género ha sido considerado en las fases de diagnostico y planificación en la Etapa de Ejecución de un Proyecto, es primordial realizar un constante monitoreo de los asuntos de género, para esto, debe tenerse un equipo especializado en temas de género, mantener el contacto con los beneficiarios del proyecto continuamente para coadyuvar con el empoderamiento de las mujeres, usar canales de difusión masivos, lenguaje simple e inclusión en la sensibilización y divulgación de los alcances y objetivos del proyecto en las autoridades de las instituciones (KIDEITU, 2007, Página 32).

La etapa de evaluación permitirá descubrir las dificultades y los beneficios del proyecto, permitirá realizar ajustes al plan inicial, mejorar la eficiencia y la eficacia del trabajo planificado, principalmente identificar las lecciones aprendidas y las buenas prácticas, informar a los beneficiarios y personas interesadas sobre la situación del proyecto.

Una vez que el proyecto ha concluido y si se ha monitoreado correctamente entonces se podrá identificar el desarrollo del mismo mediante el diagnostico inicial, el proceso de evolución y cumplimiento de objetivos, los resultados alcanzados una vez terminado el proyecto y finalmente la evaluación de los impactos que deben ser verificables y sostenibles. Utilizando siempre indicadores para la respectiva medición y comparación de la situación sin proyecto (línea base y grupo de control) con la situación con proyecto (situación actual) y así determinar si los impactos del mismo, han sido positivos para los beneficiarios.

Conclusión

La inclusión de los aspectos de género en un proyecto de desarrollo debe cumplir siempre con la premisa de que el principio de igualdad de género debe estar presente en todas y cada una de las etapas de un proyecto.

Es muy importante para que se alancen los impactos esperados del proyecto y se cumplan los objetivos del mismo, que se asignen tanto recursos humanos especializados en género, como recursos económicos para desarrollar las actividades durante estos procesos y etapas del proyecto.




Kideitu. (2007). Guía para la incorporación del enfoque de género en los proyectos de empleo y formación. Aprendiendo de la experiencia EQUAL. Gobierno Vasco, España: EMAKUNDE/Instituto Vasco de la Mujer como entidad coordinadora de la Agrupación deDesarrollo “Red Kideitu”.